Salud financiera empresarial: la llave para realizar inversiones inteligentes
El sector empresarial ha sufrido altibajos económicos, que se agravaron desde hace un par de años a la fecha, sin embargo, algunas compañías se han mantenido vigentes gracias a su salud financiera.
Este bienestar se logra a través de una gestión adecuada de la economía en las empresas; sirve para resolver eventualidades, alcanzar objetivos inmediatos e involucra situaciones de liquidez, solvencia, eficiencia operativa y rentabilidad.
Para que una compañía sea viable, se evalúan la liquidez y la solvencia, porque contribuirán a su permanencia en el corto plazo y afianzarán su cumplimiento con las obligaciones de deuda.
La eficiencia operativa es fundamental, porque expone el manejo de los costos a través de la administración. Mientras que la rentabilidad hace posible la existencia de las empresas y su permanencia en el tiempo, mediante las ganancias netas e ingresos totales.
Resiliencia y atracción
La salud financiera en el ecosistema empresarial funciona en dos vías. La primera es siendo resilientes al reducir el impacto de escenarios económicos adversos en la cadena de producción y continuar prestando servicios de manera constante.
La segunda interviene cuando compañías más grandes voltean hacia negocios que gozan de estabilidad en sus finanzas con la intención de adquirirlos —para sumarlos al portafolio de inversión— o establecer lazos comerciales estratégicos.
Por otra parte, el estado de las finanzas y la transparencia hacia el interior de las empresas también resultan cruciales. Se estima que 77% de los empleados que recibe actualizaciones mensuales, en esta materia, han manifestado confianza en el desarrollo económico de sus lugares de trabajo.
Estos parámetros permiten conocer el estado de los negocios en su estructura (capital propio y externo), si existen planes de expansión y hasta las estrategias de permanencia y manutención a corto y largo plazos.
Las inversiones estratégicas también son el resultado de este bienestar financiero, ya que contribuyen en el crecimiento y rentabilidad de las compañías.
Conseguir el balance en la salud financiera empresarial no sería posible sin la intervención de un gran aliado: la tecnología.
Mayor competitividad
Gracias a la tecnología financiera (fintech), las compañías incrementan su competitividad, apoyadas en la automatización de tareas, reducen los costos operativos, ofrecen una mejor atención al cliente, administran los datos de forma óptima y protegen información sensible.
En el ámbito comercial, la tecnología también proporciona un panorama general de las finanzas, disminuye la frecuencia de errores y registra los movimientos financieros de las empresas en tiempo real para la mejor toma de decisiones.
Una muestra del alcance tecnológico son los 64 millones de usuarios mexicanos que han utilizado las fintech para pagos digitales a lo largo de 2022.
Todo esto se logra con ayuda de herramientas enfocadas en la gestión de procesos de negocios, softwares de cobranza para agilizar el manejo de recibos y programas dirigidos al uso de datos, entre otros.
Una óptima salud financiera será clave para que cualquier empresa perdure en el transcurso de los años. Ello le permitirá afrontar imprevistos y ejecutar adecuadamente los planes a futuro, así como conseguir mejores oportunidades de crecimiento.